VARIEDADES
de uva
RIBERA DEL DUERO
TINTO – TEMPRANILLO
Después de experimentar con diversas variedades de uva tinta, reconocemos la Tempranillo como la reina de la Ribera del Duero. Excelente en adaptarse a este clima extremo y la única en ofrecer con generosidad unos parámetros para su crianza realmente excepcionales
· 140 hectáreas en producción de uva Tinto Fino (Tempranillo).
· Gumiel de Mercado: 94 hectáreas (Altitud 800m)
· Villanueva de Gumiel: 46 hectáreas (Altitud 900m)
BLANCO – ALBILLO MAYOR
Nuestra uva blanca es tremendamente antioxidante. Por eso, podemos hacer un vino joven sano, sin manipulaciones añadidas. Además, gracias a esto y tras una selección, conseguimos criar nuestros blancos largamente en madera y botella, desarrollando una complejidad sorprendente como Blancos Reservas y Grandes Reservas. Sin duda, la uva albillo planta cara a cualquier gran variedad blanca del mundo.
· 12 hectáreas de uva blanca de Albillo Mayor.
ALTITUD
del viñedo
Siempre he pensado que en lo que más nos ha acompañado esa mezcla de intuición e instinto que algunos llaman suerte es la elección del terruño.
Nos instalamos en un principio en la zona alta de la Ribera del Duero (a 840m sobre el nivel del mar) y, comprobando la gran estructura de la uva de esta zona, y en contra de la tendencia de muchos a plantar en tierras bajas más productivas, nosotros decidimos plantar en tierras más altas todavía, ¡A 900metros! ¡Qué maravilla! ¡Qué combinación tan perfecta de taninos! ¡Qué gran estructura! ¡Qué peculiar personalidad! ¡Qué suerte!”
Yolanda García Viadero
Queremos que cada botella de Valduero sea un viaje a las tierras altas de la Ribera del Duero.
Buscamos una uva con identidad propia que prevalezca, distinta a la del resto de zonas del mundo y que desafíe al tiempo
«Es una enorme satisfacción oír a un Máster of Wine decir que Valduero pertenece a ese reducido grupo de grandes vinos del mundo, que nacen de viñedos naturales en tierras altas«
Carolina García Viadero
Cuidado del
MEDIOAMBIENTE
RESPETO A LA TIERRA
Desde sus inicios, VALDUERO siempre supo que quería respetar de manera estricta su tierra.
Tanto Yolanda como Carolina García Viadero, siempre fueron conscientes de que ellas no son más que unos segundos en la historia de las tierras que poseen, por lo que decidieron no pedir a la tierra más de lo que la tierra les da de modo natural.
Para Valduero “cuidar el medioambiente nunca fue una moda sino el resultado de la experiencia en el camino a la excelencia”.
En VALDUERO hemos plantado más de 500.000 plantas de uva autóctona Tempranillo: esta es nuestra primera contribución al medio ambiente.
Yolanda concibió una viticultura natural, prescindiendo del uso de fertilizantes químicos, con el fin de no contaminar las aguas subterráneas ni el suelo, de tal manera que ningún químico afecte a la microfauna de la tierra. Nuestras plantas se fertilizan con abono de ovejas, nunca con químicos.
ACUÍFEROS NATURALES
Sus 152 hectáreas de viñedo en Ribera del Duero están plantadas en vaso, sin riego, expresando así su profundo respeto por los acuíferos en una zona donde el agua es un bien limitado.
Las plantas protegen así sus uvas, buscando el agua en el subsuelo y dando de este modo una cantidad limitada de fruto que es particularmente valioso por escaso.
RESPETO A LA UVA
Las uvas se recogen a mano, en pequeñas cestas, para preservar su saludabilidad y evitar el uso de máquinas.
Conseguimos así una uva única, que procede de uno de los puntos más altos de la Ribera del Duero, y cuya producción no excede los 4000 kg. por hectárea.
Yolanda es totalmente contraria a la selección de racimos con máquina, y argumenta que “ese tipo de selección mecánica homogeneiza los vinos, convirtiéndolos en vinos iguales unos a otros, vinos globales”.
“En Valduero seleccionamos la uva según el clima, este es un factor determinante en la calidad de la uva dentro de la Ribera del Duero”.
Estas bajas producciones de uva excepcional llegan a materializarse en algunas de las botellas-joya que hoy en día se codean con los grandes vinos del mundo.
Al estar en el punto más alto de la ribera, no tenemos generalmente problemas de hongos (mildiu, oidio etc), por lo que el uso de fitosanitarios es casi nulo. Es cierto que no permitimos que una sola de nuestras plantas muera por enfermedades, pero no solemos tener tal problema debido a la altitud, entre 800 y 900 metros sobre nivel del mar.